Amor tamquam cultura vitae se patefacit.
Omnes homines scire volunt.
Fides christiana quaedam "religio Libri" non est.
Desde hace más de cuatro décadas existe una visión negativa acerca de la población y el crecimiento demográfico. Esto se mezcla con la ecología mal planteada y el resultado es que el hombre aparece como el gran depredador. Esta visión no es correcta. En la imagen puedes ver un cartelón con el programa (forzoso) del hijo único (esto en China): el resultado es que ya hay 120 hombres por cada 100 mujeres en edad núbil; 20 de ellos no encuentran -ya ahora- con quién casarse.
Retrasar las fechas de jubilación, personas mayores abandonadas, pérdida de la memoria cultural, entre otros muchas, son algunas de las consecuencias que ya se están presentando. No se trata de tomar tampoco una actitud catastrofista (que es la que tienen los que ven al hombre como el depredador del mundo).
Los fenómenos de migración, la falta de población joven en los países ricos y las campañas forzadas de control en los países en vías de desarrollo, los incentivos en los países ricos, etc., hablan de un rasero distinto.
Es sorprendente comprobar los problemas que está originando el control poblacional en distintos países: envejecimiento, dificultades para encontrar mujer con quien casarse, etc. Te llamará la atención qué diverso es nuestro mundo como para aplicar criterios tan pobres como los que se han manejado en la propaganda antinatalista de los últimos decenios.
Son temas desconocidos para la mayoría.